Artículo facilitado por Ricoh
Más allá de las promesas, la IA debe integrarse en procesos reales, con resultados medibles, y los proveedores de servicios tecnológicos tienen que realizar una aproximación centrada en las necesidades de cada cliente y en los resultados esperados. A juicio de Ricoh, especialista en soluciones digitales, “la inteligencia artificial está dejando de ser una promesa de futuro, para convertirse en una experiencia real aplicable a cualquier organización, con la que obtener una ventaja competitiva. Una cosa está clara: la IA no sirve de nada a los negocios, si no se integra de forma eficiente en sus procesos críticos”, explica Raúl Coria, director de Alianzas Estratégicas y Desarrollo de Negocio de Ricoh España.
La compañía ha acumulado experiencia trabajando para que las organizaciones conviertan el potencial de la IA en beneficios para su operativa diaria, a través de una propuesta que combina capacidad tecnológica contrastada, infraestructura IT, gestión del dato y plataformas cloud híbridas.
Sus soluciones y servicios ponen el foco en procesos críticos, como la optimización documental, la automatización de tareas y flujos de trabajo y la administración inteligente de todos los contenidos corporativos. “No creemos en modelos cerrados, sino en una inteligencia artificial que se ajusta al contexto real del cliente. Así, proponemos soluciones reales de procesamiento inteligente de documentos, con una IA que entiende, clasifica y extrae información de grandes volúmenes de datos”, añade el experto.
El valor de la IA no reside en un simple algoritmo, sino en cómo se integra en la operativa real de las organizaciones. Aunque cuenten con una base de tecnología, los proyectos de inteligencia artificial deben contar con estrategia, integración y acompañamiento integral.
Y aquí es donde Ricoh intenta marcar la diferencia. Como partner estratégico de Dell (Titanium Black), forma parte de un grupo de élite a nivel global con acceso a la propuesta completa de Dell IA Factory, una infraestructura flexible y abierta, compatible con los principales actores del mercado, y con un objetivo claro: acortar los plazos del proyecto, desde la prueba de concepto hasta el despliegue productivo.
Se trata de un modelo que ofrece infraestructura robusta y escalable, para soportar la carga de los proyectos de IA, gestión y gobernanza del dato: sin calidad de datos, no hay inteligencia real. A ello se suma una seguridad sólida y el cumplimiento normativo, fundamentales en Europa, así como casos de éxito, alineados con los objetivos de negocio.
Según Raúl Coria, para llevar a cabo proyectos exitosos con esta tecnología, las organizaciones necesitan contar con un partner tecnológico adecuado: “la inteligencia artificial transformará a todas las compañías, pero el camino hacia una organización impulsada por IA no es un reto que deban afrontar en solitario”, subraya.
La tecnología está lista, los casos de uso ya existen (véase OHLA), y los resultados se pueden medir. Cualquier organización, con el partner tecnológico apropiado, puede integrar la IA en su dinámica diaria, de forma flexible y eficaz, y con un impacto real en los resultados de negocio.
Porque la inteligencia artificial ya es tangible, y tiene una aplicación concreta en cada escenario de negocio. Solo es preciso tener la voluntad y el compromiso de aplicar una tecnología que ya está transformando las organizaciones actuales, con proyectos aplicados a muchas de sus tareas rutinarias, áreas de negocio y proyectos.
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13 de maig de 2025 - Teatre Nacional de Catalunya