Artículo facilitado por Carver
La arquitectura de microservicios lleva tiempo entre nosotros pero es ahora cuando se están consolidando. Las desventajas en cuanto a mayor consumo de recursos o gestión de la complejidad se han minimizado. La pandemia actual ha acelerado el trabajo distribuido de equipos, la flexibilidad y la definición de objetivos individuales. La aceleración de la cultura Agile conjuntamente con las automatizaciones de despliegues, planes de prueba y todo lo relacionado con tecnologías DevOps han generado un caldo de cultivo perfecto para el despegue de los microservicios.
Desde Carver apostamos por está arquitectura ya que favorece tanto el tiempo, como el rendimiento y la estabilidad de los proyectos, beneficiando los tiempos de desarrollo y las entregas a cliente. El trabajar bajo un sistema de microservicios hace que podamos descomponer los aplicativos en diversas partes funcionales independientes. De esta manera, cada uno de estos servicios puede ser modificado y desplegado sin llegar a comprometer los otros aspectos funcionales de la aplicación versus una arquitectura monolítica más tradicional.
22a Festibity
Maig de 2025