Artículo escrito por Jaime Balaña, Director Técnico de NetApp España
A continuación, detallamos las principales tendencias tecnológicas que serán las grandes protagonistas en 2022 y que incidirán en los procesos comerciales, las estrategias de negocio y en las decisiones de los usuarios.
Si bien los departamentos de TI y sus responsables han tenido históricamente la misión de impulsar la digitalización y aumentar el valor, estos roles se revertirán en el mundo postpandemia. La toma de decisiones estratégicas comienza con la experiencia y la transformación digital, ya que ahora están profundamente conectadas con el éxito en el funcionamiento de cualquier empresa.
Lo vemos, por ejemplo, en el Business Analytics, donde el análisis de la experiencia de usuarios y clientes se ha convertido en una fuente de información crucial para la toma de decisiones estratégicas.
Otro ejemplo es la creciente convergencia entre el mundo online y offline, lo que da como resultado que los conceptos de gemelo digital se adopten más allá de los procesos industriales y que cualquier proceso se simule virtualmente antes de considerarlo para su implementación.
Los meses de la pandemia han provocado un rápido aumento de los ataques de Ransomware a medida que más y más personas trabajaban de forma remota. Casualmente, esto abrió una multitud de nuevos vectores de infección.
Las compañías tuvieron que aceptar el hecho de que muchos procesos y protocolos de seguridad de la tecnología no se adaptan bien a la lucha contra el ransomware, porque es prácticamente imposible cortar todas estas rutas de infección, especialmente cuando los delincuentes utilizan la ingeniería social.
En su lugar, las empresas dependerán de una prevención basada en inteligencia artificial y de estrictas políticas de confianza cero. En lugar de evitar que ocurran ataques, este enfoque minimiza su impacto. Una vez producida la infección, esta se descubre casi al instante: las áreas infectadas se acordonan y se asilan y los archivos infectados se sustituyen casi en tiempo real.
La cadena de suministro casi se ha detenido a nivel global por la pandemia de COVID-19 y su impacto en los desplazamientos por tierra, mar y aire. Podemos predecir que la adopción de la nube se acelerará aún más a medida que las limitaciones de la cadena de suministro lleven a los compradores a encontrar alternativas a la compra de infraestructura local tradicional para satisfacer su demanda.
Al mismo tiempo, la optimización de las líneas de producción y los procesos comerciales puede ayudar a que el sistema sea más robusto en el futuro. Por ejemplo, la combinación de la TI y la tecnología operativa (TO) a través de conceptos como los gemelos digitales y tecnologías como IIoT (Industrial Internet of Things) o la analítica de datos, tiene un potencial prácticamente ilimitado.
Las empresas que hicieron sus deberes en el pasado mediante, por ejemplo, la construcción de instalaciones de producción flexibles y adaptadas a la cuarta revolución industrial, lograrán mantener su salud empresarial de una manera más fácil.
Los empleados están atravesando un importante ciclo de cambios, también provocado y sostenido por la pandemia. De aquí en adelante a los trabajadores les espera un entorno de trabajo híbrido. La posibilidad de trabajar desde cualquier sitio incrementará las capacidades digitales que las empresas deben ofrecer a su personal. De manera controvertida, la pandemia también destapó una escasez de mano de obra que surgió rápida e inesperadamente. Esto es al mismo tiempo un reto y una oportunidad para sectores altamente cualificados como el sector tecnológico. Por un lado, es inevitable que haya una feroz competencia por el personal cualificado, y por otro, el propio sector tecnológico puede ofrecer tecnologías que mitiguen la brecha laboral, como el desarrollo de software low-code, no-code y de inteligencia artificial.
La simplificación constante del acceso a los servicios públicos y los servicios en general impulsarán una amplia aceptación de la digitalización. Las personas también se sentirán cada vez más cómodas proporcionando sus datos, porque ya han experimentado el impacto positivo del consumo virtual de servicios.
En 2022, la inteligencia artificial (IA) comienza a ser utilizada por todas las industrias. En la agricultura, la industria alimentaria, las cadenas de comida rápida y el sector del entretenimiento y la hostelería. La agricultura y la industria alimentaria, por ejemplo, la utilizarán para envasar y procesar, mientras que otros sectores se benefician más de la automatización general y la simplificación de sus procesos.
Pero hablemos también de «cómo» se consumen estos servicios. Los servicios gestionados se convierten en modelo principal de consumo de la IA a medida que los proveedores de servicios en la nube duplican su oferta del tipo «GPU como servicio». Esto es un catalizador importante: a medida que más sectores utilizan la IA para mantenerse competitivos e innovar, es necesario que exista una base tecnológica sólida que pueda escalar en consecuencia, y los usuarios de IA deben trasladar sus proyectos de IA de una infraestructura independiente y dedicada (en silos) a entornos de producción compartidos y virtuales.
Otro gran impulsor es el «TinyML». Los expertos pronostican un aumento masivo de la inteligencia artificial en el Edge, llegando a dispositivos del Edge que cuentan con recursos muy limitados y de muy bajo coste. Hablamos más de sensores y dispositivos simples que de ordenadores o servidores. Se trata de otra generación de dispositivos que alimentan el creciente flujo de datos entre la nube, el core y el Edge. Flujo al que las industrias necesitan acceder y del que necesitan aprovecharse para diferenciarse de su competencia.
Y, finalmente, la visión global sobre la inteligencia artificial y el aprendizaje automático se vuelve más clara. Está garantizado que países y gobiernos invertirán en capacidades de IA y ML para acelerar la transformación económica y competir a nivel mundial.
Hay una serie de subtendencias tecnológicas que impulsan el cambio y la innovación. Una es el análisis y optimización de los servicios digitales. Por ejemplo, es mucho más fácil obtener resultados en entornos FinOps a medida que se afianzan la automatización y las aplicaciones inteligentes. Esto da como resultado un aumento del retorno de inversión gracias a los servicios en la nube que se observará en todos los sectores, públicos y privados.
Otra tendencia tiene que ver con los entornos de producción. Hay un claro alejamiento de las aplicaciones monolíticas a medida que las empresas prestan sus servicios a través de microservicios y soluciones en contenedores.
En tercer lugar, un cierto orden y control sobre el intercambio de datos es un importante requisito previo para construir una economía de datos viable en el escenario internacional. GAIA-X provocó un importante debate sobre la soberanía digital y las contribuciones necesarias para establecer una infraestructura segura de intercambio de datos. A corto plazo, no parece que esto se traduzca en una «Nube de la UE» soberana. Sin embargo, veremos más unidad con relación a las normas europeas y más cumplimiento de ellas desde fuera de Europa.
Por último, específicamente en el almacenamiento de datos, NAS y SAN siguen siendo las tecnologías elegidas para apuntalar la innovación digital. Los medios de almacenamiento tradicionales pueden ser todavía más eficientes.
Se espera que la computación cuántica vuelva a acelerar el ciclo de rendimiento postulado por la ley de Moore, y las principales empresas del sector tecnológico están invirtiendo en ello. Se espera que los primeros casos de uso se consuman como un servicio, pero no se materializarán durante algún tiempo. Sin embargo, los fabricantes de diferentes ramas tecnológicas hablarán más sobre su estrategia de computación cuántica en 2022, por ejemplo, los proveedores de seguridad, proveedores de servicios cloud, empresas de almacenamiento e integradores de sistemas y asesores globales.
Estos fabricantes también teorizarán sobre cómo ofrecer la innovación que ofrece la computación cuántica como un servicio a sus clientes y superar las limitaciones específicas de esta rama, por ejemplo, con la construcción de flujo de datos hacia la nube de computación cuántica.
La ecología está en auge, como lo demuestra la Conferencia de Cambio Climático de 2021, el acuerdo de infraestructura de EEUU o la coalición «semáforo» que ha llegado al poder en Alemania.
Podemos predecir que las empresas irán en la misma dirección. Esto se debe en parte a la presión regulatoria, por ejemplo, para la reducción de las emisiones de dióxido de carbono. Pero las empresas también estarán intrínsecamente motivadas para ofrecer innovación ecológica.
Si miramos a los nuevos modelos híbridos de contratación, vemos que permiten a las empresas reclutar personal en cualquier parte, reducir el espacio de oficina y recortar significativamente los viajes al trabajo. Otra área de aplicación sería la que se refiere a los procesos de producción, que pueden hacerse más respetuosos con el medio ambiente con la ayuda de las tecnologías. Más automatización y optimización, producción flexible, pruebas y planificación en software son todos ellos aspectos que reducen el desperdicio y los residuos.
Los objetivos de emisiones netas cero se convertirán en una prioridad para las empresas en 2022 y ya están afectando la toma de decisiones corporativas. Esto dará como resultado que las compañías examinen no solo sus propias acciones, sino también las de su cadena de suministro, digital y no digital, mientras se esfuerzan por generar cero emisiones de carbono lo más rápido posible.
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Maig de 2025